viernes, 31 de agosto de 2012

Nonsense for something meaningful


Si, para variar no sé de qué hablaré y mucho menos puedo predecir cómo terminaré. A veces me pregunto sobre las vueltas que da la vida mientras escribimos. Comienzas a escribir y te das cuenta de que cuando llegas a la mitad de lo que podría ser un pequeño relato o un gran desastre escrito, las cosas a tu alrededor han cambiado. Algunas de forma impredecible, otras de forma drástica. Respiramos, hablamos, miramos... Sí, todo aparentemente sigue igual y a pesar de eso, te das cuenta de lo mucho que han cambiado las cosas.
Como ya he dicho, nunca sé dónde me llevará aquello que escribo. Me gusta imaginarme la escritura como una herramienta que me abre las puertas a un mundo al que no siempre tenemos libre acceso. La escritura es una idea en sí, un recopilatorio de conceptos a veces imaginarios, a los que muchas veces no damos la libertad que ella, como idea que es, requiere. Muchos queremos construir una idea previamente establecida en nuestra mente, queremos controlarla y por eso procuramos arrojar las riendas de la racionalidad a esta nueva idea, para así llevarla por el sendero que hemos escogido previamente, dándole el poder del raciocinio, pero privándole de la posibilidad de sentir por si misma, de enseñarnos hasta dónde puede llegar esta idea.
No sé porque escribo esto ni si lo que he hecho es permitir a esta idea alojarse con comodidad en este texto, pero algo ha cambiado a mi alrededor y prefiero dejar de escribir, pues llegados a este punto ya  se ha conseguido lo que en un principio se quería, escribir sobre nada para acabar teniendo una simple idea, una simple idea que no es más que un cambio a mi alrededor.

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